Atreverse a decir no sin ofender a nadie
«Uno de los reportajes comodín de publicaciones, revistas y magazines durante el período estival es hablar sobre el aumento de rupturas familiares en esta época.
Según el último informe del Instituto de Política Familiar en España del año 2019, “el 30% de los divorcios se produce después del período vacacional del verano”. Las razones son variadas y apuntan al aumento del tiempo que se comparte que ponen más de manifiesto los posibles problemas de convivencia.
Mi objetivo con este artículo no es hablar de lo que provoca estas rupturas sino tener un punto de partida para encontrar el camino al acuerdo.
Es cierto que no existen varitas mágicas que solucionen problemas y arreglen desaguisados. Sin embargo, tenemos a nuestro alcance una herramienta potente que por desconocimiento y por creencias erróneas no utilizamos de manera apropiada: la comunicación asertiva.
Para empezar definamos que es la asertividad pues durante las sesiones de coaching he observado, sobre todo en mujeres, errores frecuentes a la hora de hablar de esta forma de comunicación confundiéndolo con agresividad.
La psicóloga Olga Castanyer Mayer-Spiess, autora de más de una decena de libros sobre esta materia, la define como:
“La capacidad de autoafirmar los propios derechos, sin dejarse manipular y sin manipular a los demás.
Personalmente también me gusta mucho cómo la entiende otra experta psicóloga Laura Rojas Marcos:
“La asertividad está directamente relacionada con los límites. Es el arte de saber decir que no y sentirse cómodo como ello».
Si no consideramos nuestras ideas, opiniones, posturas, deseos y necesidades importantes, es muy difícil que seamos capaces de defenderlas, argumentarlas o negociarlas.
Saber qué es lo que quieres, qué es lo que no quieres y cómo expresarlo, cómo pedir lo que quieres. Si alguien te pone presión, sentirte lo suficientemente cómoda para decir no quiero o sí quiero”.
Podemos encontramos más ideas sobre lo que representa la asertividad: “afirmarse, atreverse a decir no sin ofender a nadie.” “Considerar en igualdad nuestras necesidades y la de los demás”.
Estas últimas nos llevan al punto de partida para poder tener una comunicación asertiva: nuestra autoestima.
Entramos en un círculo en que nuestras ideas paralizantes nos provocan unos sentimientos negativos y esos sentimientos provocan unas acciones que no nos favorecen.
Podemos salir de este círculo cambiando los pensamientos que nos paralizan en potencial de acción.
¿Y eso cómo se hace?
Voy a compartir 4 pasos que nos van ayudar a conseguirlo…
Primer Paso: Este es el más importante y el que más tiempo nos lleva: identificar y aceptar los sentimientos que nos provoca las situaciones que nos cuestan. Siendo más consciente de lo pensamos nuestra inconsciencia desaparece y nos hacemos dueñas de nuestra situación.
TIP: Lleva un diario de auto empatía para poner en orden tus pensamientos, centrar los problemas que te crea y podrás detectar tus cavilaciones para poder transformarlas.
Segundo Paso: Una vez que hayas escrito durante al menos 2 semanas este diario, localiza los pensamientos que te paralizan. Por ejemplo, opiniones sobre los demás, tus miedos, preocupaciones e ideas preconcebidas.
Tercer Paso: Busca las necesidades disimuladas tras cada pensamiento y que están en el origen de nuestros sentimientos.
TIP: Haz un cuadro donde se relacionen lo que piensas, cuáles son tus sentimientos y cuáles tus necesidades.
Cuarto Paso: Ya llegamos a la acción y pasamos de la reactividad a la proactividad; es decir, conocer nuestros propios valores, ligarnos a ellos y actuar en función de tales.
TIP: Utiliza herramientas de comunicación asertiva.
Escucha empática: esta escucha implica entender la postura del otro y sus razones sin crítica ni juicio
⇒ Descripción objetiva de la situación, eliminar nuestras interpretaciones
⇒ Hablar desde el yo sin culpar al otro ni lo que ha hecho sino qué ha provocado en ti.
⇒ Compartir tus sentimientos y necesidades sin victimismos, siendo responsables de lo que sentimos.
⇒ Controlar la comunicación no verbal, ser conscientes de lo que nuestro cuerpo y rostro transmiten
⇒ Utilizar frases cortas, no dar discursos ni rodeos.
En artículos futuros iré desgranando en profundidad los recursos necesarios para esta comunicación asertiva.
Después de más de 35 años de experiencia como formadora en áreas de liderazgo y comunicación hay tres puntos que quiero apuntar como conclusión.
1.- El proceso de comunicación es más complicado que emisor, receptor, mensaje y canal. Hay más aspectos a considerar como las claves de la comunicación no verbal y nuestra experiencia pasada entre muchos otros.
2.- Necesitamos comprender a nuestra audiencia, cualquiera que sea sus necesidades y sus preferencias de comunicación. No sólo para dar una charla TED o para tener más oportunidades profesionales sino para tener la libertad de hacer el viaje de verano que queremos hacer sin tener que claudicar ni forzar al otro.
3.- Tener una comunicación efectiva no es algo innato y no se limita a no tener miedo a hablar. Es necesario saber técnicas y herramientas que nos permitan conectar y transmitir
La buena noticia es que podemos aprender, practicar y mejorar las habilidades de comunicación y que este conocimiento nos va a ayudar en nuestra faceta personal, profesional y social.
Está en tu mano poder empezar a utilizar estás técnicas para conseguir mejores relaciones y sobre todo mejores resultados.
Os animo a dar el paso para formarnos en comunicación asertiva y podemos empezar a cambiar la curva de separaciones después del verano.
Y sobre todo, lo más importante, disfruta del verano que quieres.
Comunicadora, coach ejecutiva de liderazgo y facilitadora de marca personal.
Todas estas definiciones se podrían resumir en una mujer que a través de salir de la zona de confort constantemente quiere acompañar a las mujeres a romper creencias y fortalecer su presencia social y profesional.
Estudié Periodismo pues desde muy joven sentí que la comunicación es la llave que nos abre las puertas al mundo exterior. Unos años más tarde, me certifiqué como coach por International Coaching Federation que me abrió las ventanas del cambio personal. También estudié Programación Neurolinguística para ser consciente de cómo funciona nuestro cerebro.
He trabajado durante más de 30 años en una multinacional de tecnología y consultoría y he podido conocer parte de ese mundo que siempre me fascinó. Países, culturas y personas que se han convertido en la base de mi experiencia y que me permite comprender, empatizar y sincronizar con el ser humano que tengo delante de mí.
Defiendo la diversidad, el valor de todas las diferencias y la igualdad de oportunidades y de derechos que todas tenemos. Y sobre todo, el compromiso personal que es el motor de nuestros sueños.
El aprendizaje continuo nos ayuda a mantener nuestro cerebro activo y el acompañamiento de personas que nos sumen nos hacen aún más valiosas. Sigo estudiando
Mi esfuerzo se ve recompensado si una sola persona se lanza al cambio juntas y con una sonrisa.
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Claro, directo y esclarecedor. muchas gracias ana.
Magistral ! Todo lo que escribes me Pasiona.
Tenemos Que aprender mucho a la hora de decir no.., PARa no sentirnos mal cuando lo hacemos.