El Rey Ricardo: el poder de empoderar

Escrito por Luis Vicente García

Recientemente mi esposa y yo vimos una extraordinaria película de cómo un padre (y los padres en conjunto) puede influir en el futuro de sus hijos de una forma casi impensable y en el camino, convertir a sus hijos e hijas en esa mejor versión de si mismos, trabajando en conjunto, como familia, con un plan y una estrategia predefinida y concebida para el desarrollo integral de la persona y de un o una profesional. Pero antes de entrar en el tema quiero hacer unos breves comentarios previos.

Se han puesto pensar alguna vez, ¿cuáles son las cualidades más sobresalientes de las personas que viniendo de lugares complejos o sin haber tenido grandes recursos, han logrado cosas extraordinarias?; o ¿han pensado que, si para uno hacer algo puede ser algo sencillo, para otros resulta muy difícil y hasta hay veces que parece imposible? Y que, ¿a pesar de eso se alcanzan las metas y los logros trazados?

Si bien este no es un artículo sobre la realeza, emprendedores, marcas o empresas, quisiera comenzar con un breve recuento de quienes fueron dos Reyes Ricardo que han inspirado a generaciones, a gente común, a emprendedores y a muchos otros a lo largo de la historia.  Ellos, de u otra una manera, han sido importantes en la historia para luego hablarles de ese verdadero Rey Ricardo de hoy.

Hay dos Reyes Ricardo en la realeza británica a quienes quisiera mencionar, ya que hablar del Rey Ricardo puede tener diferentes significados según la época a la cual nos estemos refiriendo, y puede tener una connotación tanto mística y mitológica como realista y actual.  Primero tenemos a Ricardo I (1157-1199), rey de Inglaterra desde 1189 hasta su muerte en 1199, conocido como Ricardo Corazón de León, debido a su reputación como un gran líder militar y guerrero; fue visto como un héroe piadoso y sigue siendo uno de los reyes de Inglaterra más recordado. También tenemos a Ricardo III, quien solo duró dos años al mando del trono de Inglaterra, una persona agradable y muy leal a su hermano mayor, Eduardo IV. Es más conocido por la obra Ricardo III (The Life and Death of King Richard III), de William Shakespeare. Lo importante de ellos es su legado, lo que dejaron, el conocimiento que transmitieron, la lealtad que enseñaron y el gran ejemplo que fueron.

Ahora quizá se preguntarán, ¿de qué trata este artículo? Pues bien. En 2021 se estrenó en los Estados Unidos la película King Richard, una película dramática y biográfica estadounidense dirigida por Reinaldo Marcus Green y escrita por Zach Baylin que sigue la vida de Richard Williams, el padre y entrenador de las famosas tenistas Venus y Serena Williams, quienes se desempeñan como productores ejecutivos de la película.

La misma tuvo su estreno mundial en el 48° Festival de Cine de Telluride en septiembre de 2021. Pero, aunque la película fue un fracaso de taquilla, recibió elogios de la crítica por las actuaciones de Will Smith, Aunjanue Ellis y Saniyya Sidney; fue nombrada una de las mejores películas de 2021 por el American Film Institute y recibió cuatro nominaciones en los Premios Globo de Oro de 2021 y seis nominaciones en la Edición número 27 de los Premios de la Crítica, siendo Will Smith el ganador a la mejor actuación sobresaliente de un actor masculino en un papel principal en los Premios del Sindicato de Actores de Pantalla. Y la película acaba de recibir seis nominaciones a los Premios de la Academia, los Oscar de 2022.

Al recibir estas nominaciones, Serena Williams dijo «Desde Compton hasta Wimbledon y los Premios de la Academia. Todos pueden soñar. Y tu sueño puede hacerse realidad».

Richard Williams (16 febrero 1942) es hoy un reconocido entrenador de tenis estadounidense, y padre de Venus y Serena Williams. Recibió clases de tenis y decidió que sus futuras hijas serían tenistas profesionales cuando vio a Virginia Ruzici jugando en televisión. Williams señala que escribió un plan en un libro de 78 páginas. Empezó a dar lecciones a Venus y Serena cuando ellas tenían cuatro años y medio en las canchas públicas de tenis donde las entrenó él mismo.

Lo importante de la vida de Williams es lo que el mismo dice de su plan maestro para convertir a sus dos hijas en campeonas mundiales, un plan concebido inclusive antes de que ellas nacieran. Venus y Serena Williams son dos niñas afroamericanas habitantes de Compton, una turbulenta zona ubicada en California, Estados Unidos. Allí, sus dos padres intentan formarles el hábito de jugar tenis en las humildes canchas que hay por el barrio. Por su biotipo y por la frescura propia de sus edades, ambas menores toleran muy bien los por ratos exigentes, pero siempre amateurs entrenamientos. Richard y su esposa, Oracene, intentan enseñar y entrenar a sus hijas los fundamentos básicos de este deporte, mientras Richard insistentemente busca entrenadores que acepten entrenarlas gratuitamente.

Tal y como dice el portal otroscines.com, “Rey Richard es una historia muy pertinente para estos tiempos: una épica de superación en medio de múltiples carencias, violencia y racismo.” Durante el largo reinado de las hermanas Williams muchos han puesto en duda y cuestionado fuertemente los métodos de su padre Richard, quien fue muy estricto y exigente, pero que siempre tomó cada una de las decisiones que finalmente surgirán como acertadas.

Foto Eurosport.es

El ya famoso Plan Williams lo llevó Richard adelante durante años para criar a sus hijas y transformarlas en figuras del tenis mundial. Un plan tan controvertido como efectivo. Williams obsesionado con el futuro de Venus y Serena, las obligaba a seguir de manera cabal su plan de trabajo que excedía lo meramente deportivo. De esta forma, las niñas debían cumplir las maratónicas sesiones de entrenamientos que terminaban por la noche y se realizaban bajo cualquier condición climática, y además debían tener buenas notas en la escuela y asistencia perfecta en la iglesia.

Su estricto régimen de conducta, que con el tiempo se comprobó eficiente, encendió la luz de alarma en más de una ocasión para amigos y vecinos de su familia, a tal punto que servicios sociales se apersonó en su hogar para comprobar si él ejercía algún tipo de maltrato infantil. Pero se demostró que las niñas tenían las mejores calificaciones de la clase, estaban alejadas de los peligros de las calles y además describían a Richard como un padre amoroso, aunque muy exigente. El señor Williams le aseguró al entrenador Rick Macci cuando éste conoció las chicas, que tenía delante de él a las siguientes Michael Jordan.

El tema económico y la falta de un entrenador profesional fue muy importante en los inicios de estas niñas, pero peor aún era la zona donde vivían, la Compton de los noventa, una zona violenta, dura, y bajo el acoso de pandilleros y de la cual tanto padre como madre querían salir a costa del talento de sus hijas en el ‘Deporte blanco’. “No había lugar en el mundo más duro que Compton”, explicó hace tiempo Williams en una entrevista: “El gueto te hará duro, te hará duro, te hará fuerte”.

Todo comenzó una noche de mayo de 1978, cuando Richard vio por televisión a Virginia Ruzici alzarse con el trofeo de Roland Garros. Pero no fue el juego lo que le llamó la atención, sino el cheque por USD 40 mil que ganó por su victoria. Allí entendió que una carrera en el tenis podía salvar a sus hijas de cualquier problema económico y, según su mirada, que él podía encargarse de que triunfaran en ese deporte. Tomó clases y estudió cuanto pudo sobre las técnicas que aplicaban los mejores del circuito en ese momento. Para 1979 él ya había escrito el manual de 78 páginas que detallaba paso a paso el plan que las niñas debían seguir para transformarse en las mejores de todos los tiempos. “Fui a ver a mi esposa y le dije que tendríamos dos hijas y que nos volveríamos ricos. Van a ser tenistas”, reveló él mismo en su libro Black and White: The Way I See It (Negro y Blanco: La manera en que lo veo). De esa forma, Venus nació en 1980 y Serena en 1981.

Foto Eurosport

Richard Williams ha sido caracterizado como una persona honesta, perseverante y muy obstinada. Uno de los grandes miedos que el padre de las niñas tenía estaba relacionado a la presión que los deportistas en desarrollo padecían y cómo esto podía afectarlos en el futuro. El plan no era desgastarlas en torneos juniors sino prepararlas para el momento en que estuvieran listas para ser profesionales, lo que le causó muchas discusiones con sus hijas y sus entrenadores, tema que felizmente termina siendo superado. Rick Macci fue el primer entrenador que trabajó con Venus y Serena, luego de que Richard le insistiera para que viera a sus hijas y, tras una simple prueba, Macci advirtió que “Venus tenía un nivel superior a lo que él jamás había visto para una niña de su edad”. Poco después, vio lo mismo en Serena. El padre de las Williams solía opinar sobre cada ejercicio y hubo un episodio que Macci nunca olvidará y que relató en un diálogo con The Sun: “Hubo algunas veces que Richard puso vidrios rotos en la cancha. El vidrio estaba detrás de la línea de fondo, detrás de la cerca, por lo que (las chicas) no retrocedían y tomaban la pelota temprano”. Macci les propuso incluirlas en su academia en Florida en 1990 cuando Venus tenía apenas 10 años, y Richard le hizo firmar un contrato que incluía que a la familia debía darle un hogar, que sus hijas debían seguir asistiendo a clases y que él tendría acceso a todos los entrenamientos

Su plan tenía varios objetivos, entre ellos protegerlas de cualquier mal y que se convirtieran en estrellas del tenis mundial. Tuvo muchos problemas con la prensa por este tema. Y para implementarlo, Richard tuvo dos principios clave para su éxito: paciencia y práctica. Richard siempre tuvo un nivel sobrenatural de confianza en las habilidades atléticas de sus dos hijas. Los manuales para padres, como señala la revista Time en artículo de noviembre 2021, dirán que establezca expectativas razonables para sus hijos. Richard literalmente escribió su propio plan para convertir a Venus y Serena en leyendas. “Estoy en el negocio de criar campeonas”, dice Richard en un momento de la película.

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Reinaldo Marcus Green director de “King Richard” dijo al New York Post: “Creo que Richard se adelantó a su tiempo”. Y por su parte, el entrenador Kamau Murray mencionó en una entrevista que Venus y Serena “no lo habrían logrado si su padre no hubiera estado presionando y protegiendo, y luego presionando y luego protegiendo.” Y la comentarista de tenis Pam Shriver, quien, como exjugadora número 3 del mundo, fue la primera mentora de Venus dijo en una oportunidad que “Debido a que no estaban obsesionados con los resultados o las clasificaciones, simplemente podían desarrollar su juego”.

El fin de la historia, hasta este momento ya la conocemos. Venus Ebony Starr Williams Price ha ganado 49 torneos individuales de la WTA, de los que destacan siete Grand Slam individuales (cinco en Wimbledon y dos en US Open). Venus venció a Lindsay Davenport y ganó su primer título de Wimbledon en el año 2000. Venus además ganó un WTA Tour Championships y nueve de Tier 1. En dobles ha conseguido 14 títulos de Grand Slam y dos de WTA Tier 1, todos ellos junto a su hermana Serena. También combinaron cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos. El 25 de febrero de 2002 se convirtió en la primera jugadora afroamericana en ser número 1 de la clasificación de la WTA.​ Estuvo en dicha posición durante 11 semanas en tres oportunidades.

Venus Williams (Reuters)

Serena Jameka Williams Price ha ganado 23 títulos individuales en torneos Grand Slam (récord de la «Era Abierta») y ha ostentado la primera posición en el ranking WTA durante 319 semanas. Está considerada como una de las mejores jugadoras de la historia, gracias a su gran fuerza física, mental y a sus poderosos golpes. Ha ganado 39 títulos de Grand Slam: 23 individuales (récord en la era abierta, tanto entre mujeres como entre hombres), 14 en dobles femeninos junto a su hermana Venus y 2 en dobles mixtos junto a Max Mirnyi. Ha ganado 23 títulos WTA Tier 1 y finalizó primera en las temporadas 2002, 2009, 2013, 2014 y 2015. Es la única tenista en haber completado el Grand Slam del tenis en las dos modalidades (individuales y dobles). Ganó su primer abierto de los EE.UU. en el año 1999.

Serena Williams (Elle)

Cuando Venus ganó el título en Wimbledon, su padre comenzó a saltar encima de las gradas y gritó «Straight Outta Compton!». Como dijo Pam Shriver, ese día memorable en Wimbledon fue un progreso. “Ese momento, fue impactante para algunas personas”, dijo. “Pero al mismo tiempo comenzó a marcar el comienzo de una era asombrosa de diversidad y más inclusión y tolerancia por las diferencias al final”.

Esta película nos deja muchas lecciones. “El tenis se ve muy diferente hoy, y diría que de alguna manera está en un lugar mucho mejor”, dijo Jon Wertheim, ex comentarista de Tennis Channel y autor del libro “Venus Envy” (2001). “Y le doy mucho crédito a la familia Williams por eso”. Williams enfatizó la importancia de la educación y la diversión, pero Green dijo que Williams crio a sus hijas para que también fueran ganadoras fuera de la cancha. “Cuando piensas en Venus y Serena, su legado será mucho mayor que ser tenistas”, dijo. “Tienen mucho más para dar, y creo que es por ese entrenamiento, por cómo fueron criadas”. El trabajo de Williams terminó hace mucho tiempo y a sus 79 años tiene problemas de salud por lo que no ha aparecido en un torneo importante para ver a Venus y Serena en años, pero “el amor, el compromiso que le dio a esas chicas fue primordial”, dijo Green. “Y la admiración que todavía tienen por su padre hasta el día de hoy es increíble”.

Venus y Serena Williams (Foto de Tennis World France)

De toda esta historia y de la película, podemos obtener seis importantes lecciones de vida de Richard Williams:

  • Todo el mundo necesita gente exagerada en sus vidas, y que crea en nosotros, que nos motiven, que nos recuerdan nuestro potencial y nos animan a alcanzarlo;
  • Tienes que creer en ti mismo;
  • El rechazo y la pérdida son una gran parte de ganar;
  • El trabajo duro y la dedicación son invaluables, pero también necesitas una comunidad de apoyo. En este caso fue la familia, no solo los padres sino también sus hermanos. Todos en la familia tenían que trabajar juntos hacia la meta;
  • El éxito no es lo más importante. Ganar no se trata solo de tu propio éxito, sino de las personas que puedes criar contigo, y de allí la importancia de la humildad; y,
  • Debemos centrarnos como seres humanos y no solo como estrellas. Debemos ser inteligentes y exitosos, pero también personas completas e integrales.

Si bien hubo tenistas negros antes que las hermanas Williams, incluidos los campeones pioneros Althea Gibson y Arthur Ashe, lo que Richard Williams comenzó en las calles de Compton cambió el juego. Venus, hoy de 41 años y Serena, de 40, siguen jugando 22 años después de que la hermana menor ganara el primer título de Grand Slam. Wertheim cree que su longevidad proviene de la base que les dio su padre: “Quiero decir, ¿qué dice sobre la técnica que impartió?; ¿qué dice sobre las habilidades mentales que les dio, que todavía están ahí fuera?”

La confianza y la seguridad en su futuro -impartida por el padre en sus hijas- fue realmente importante. En una escena crucial de la película, Serena molesta por que no la dejaron participar en el primer torneo importante donde jugó su hermana, escuchó atentamente aquella vez cuando su padre le dijo:

“Tranquila. Venus será la mejor del mundo, pero tú serás la mejor de la historia”.

Luis Vicente García

Luis Vicente García es coach de rendimiento empresarial, conferencista internacional, autor de dos libros en materia de Franquicias y co-autor de 15 libros best-sellers internacionales junto con personalidades de la talla de Brian Tracy, Marshall Goldsmith, Jack Canfield y Joe Vitale, entre otros.

Es economista graduado de Georgetown University, con un MBA y especializaciones en Gerencia, Finanzas, Liderazgo Organizacional y Psicología Positiva. Es profesor en la UNIMET desde 2014, dictando clases de gerencia y liderazgo en los Diplomados de Gerencia Integral de Franquicias y Gerencia de Empresas de Servicios, y es profesor invitado en la UCAB y la Universidad Rafael Urdaneta.

Fue presidente de la Junta Directiva de Profranquicias (2017-2019). Es articulista para Visionarias, Inspirulina y El Nacional, creador de #MOTITUD y hoy se desempeña como embajador de Buena Voluntad de Goodwill Venezuela, editor en jefe de la revista Business Venezuela y Gerente General de Venamcham.

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