El estrés laboral detona diversidad de afectaciones medibles en las organizaciones, entre ellas un elevado índice de ausentismo, rotación, incremento en la curva de aprendizaje, baja productividad…

Esto se traduce en la necesidad de que las personas tomadoras de decisión y el personal colaborador cuenten con una formación enfocada a la importancia de generar entornos organizacionales favorables que permitan su desarrollo óptimo a nivel psicológico, al tiempo que facilite la autorregulación de emociones como eje rector en la disminución y/o control de estrés, en el pleno respeto a los derechos humanos en materia del trabajo, siendo el ejercicio del liderazgo uno de los factores que pueden repercutir de forma positiva o negativa en cómo se desarrollan las personas trabajadoras frente a situaciones de esta naturaleza, específicamente en cuanto a la calidad y claridad que se tenga respecto al ejercicio de las funciones que evite ritmos de trabajo acelerados, exceso de alta responsabilidad, así como cargas psicológicas y emocionales, contradictorias e inconsistentes.

Otro de los aspectos a observar como resultado de un alto nivel de estrés laboral es el de las políticas y prácticas relacionadas con la organización del tiempo de trabajo toda vez que jornadas laborales extensas como las horas extras de manera consecutiva, laborar en días de descanso o fines de semana están correlacionados con la interferencia en la relación trabajo-familia debido al tiempo invertido.

⇒ ¿Cómo contrarrestar el estrés laboral? Atención plena y políticas institucionales

Prestar atención de forma consciente a cada experiencia en el momento presente con aceptación, interés y curiosidad es a lo que denominamos el ejercicio de la atención plena (Mindfulness).

Su práctica en las organizaciones permite trabajar de forma holística en la persona colaboradora para autorregular su estrés, ansiedad, angustia o depresión, sin que ello demerite la obligación que las organizaciones tienen en identificar los factores que pueden detonar un riesgo psicosocial y planes de acción contundentes.

En aquellos espacios en los que se promueve la práctica de la atención plena (Mindfulness organizacional) se le dan herramientas a las personas colaboradoras para aprender a construir experiencias a partir de darse cuenta de sus pensamientos, sentimientos y sensaciones; es decir, hacerse conscientes de su propia percepción, como pueden ser experiencias agradables o displacenteras o bien aquellas en las que se reacciona de manera automática, lo que en diversidad de ocasiones detona estrés como mecanismo de defensa; en consecuencia, prestar atención de forma abierta y tolerante favorece los ambientes de trabajo, alejados de la hostilidad.

Finalmente, hoy en día existe diversidad de avances legales y normativos que obligan tanto al sector público como privado a implementar políticas institucionales que prevengan factores que pongan en riesgo la salud mental de las personas trabajadoras, siendo la OMS y la OIT agentes clave para que se lleven a cabo reformas a los distintos ordenamientos jurídicos que vinculen la actuación de las instituciones en implementar planes de acción y medidas de prevención, lo que favorece el carácter de medida prioritaria.

Reflexión

El estrés laboral es una realidad, las afectaciones psicológicas tienen un impacto significativo en el bienestar psicológico, físico y emocional de las personas colaboradoras, lo que impide que desarrollen su trabajo de forma óptima, así como el sano ejercicio de su interacción familiar, social, económica y financiera.