Empleo Femenino y Covid: Una mirada con perspectiva de género

Marita Seara, RE_Empleo Femenino y Covid

Escrito por Marita Seara

Según datos del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) antes de la crisis desatada por la pandemia, las mujeres en América Latina dedicaban más del triple de tiempo al trabajo no remunerado que los varones.

Este tiempo dedicado por las mujeres latinoamericanas al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados es el principal obstáculo para su participación plena en el mercado laboral. De hecho, el 60% de mujeres con niños y niñas menores de 15 años, ha declarado no participar en el mercado laboral porque “sus responsabilidades familiares” se lo impiden. Estos datos son de la Cepal, quien además ha señalado que las mayores tasas de pobreza extrema en los países de la región se producen en los hogares monoparentales, “un 85% de los cuales están encabezados por mujeres a cargo de niñas, niños y adolescentes”.

Es decir, ya en la región se vivía una situación extrema para las mujeres.

“El cambio drástico hacia la educación en línea, el teletrabajo y el comercio electrónico ha hecho que las personas con menos acceso a las tecnologías digitales, en su mayoría mujeres y niñas, se queden rezagadas. Además, son también las mujeres y las niñas las que han absorbido mayoritariamente las necesidades de cuidados creadas por la pandemia, sacrificando sus empleos y su educación..”

Michelle Bachelet

El confinamiento y los cuidados

En el período marzo de 2020 a febrero de 2021, las escuelas en la región han estado cerradas 158 días en promedio versus 95 días en el resto del mundo. Esta cifra es suficiente para comprender que, efectivamente, el trabajo no remunerado, el de los cuidados, ha aumentado considerablemente para las mujeres al tener el cuidado de los niños en casa y, en muchos casos, el de los mayores.

Solo bastaría con reflejar el caso Colombia. Entre 2019 y 2020, los hombres ocupados aumentaron en dos horas su carga laboral semanal dedicada a estas tareas no remuneradas (pasando de 10,3 a 12,3 horas), mientras que las mujeres ocupadas incrementaron su carga -de por sí considerablemente mayor en casi tres horas –de 25,5 horas en 2019 a 28,4 en 2020. Estos datos se desprenden del estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Hacia una nueva realidad laboral para las mujeres.

¿Por qué es tan grave esto? Es tan grave porque significa que las mujeres tienen menos tiempo para dedicarse al trabajo remunerado o para dedicarse al desarrollo profesional. Y es tan grave porque si los países tuvieran un sistema de cuidados eficiente, sería más facil equilibrar las necesidades domésticas con las laborales. No sólo esto, más mujeres podrían acceder al mercado laboral.

Hay países que tomaron medidas, pero, algunos de ellos, lejos de contribuir a superar la brecha de género, la perpetuaron porque no se tomaron medidas de corresposabilidad; es decir, medidas que permitan a los hombres dedicarse en igualdad de condiciones al cuidado de sus infantes y mayores.

Este informe mencionado anteriormente, señala que hubo un aumento de licencias “paternales” a las mujeres, como el caso de Cuba y Paraguay: “Cuba prorrogó la licencia no retribuida a la madre en uso de su licencia por maternidad ante la imposibilidad de delegar el cuidado y Paraguay extendió los períodos de maternidad y lactancia subsidiados por el seguro social”.

¿De qué hablamos cuando hablamos de cuidados?

«Los cuidados son actividades que regeneran diaria y generacionalmente el bienestar físico y emocional de las personas (…) y hacen referencia a un amplio conjunto de aspectos que abarcan los cuidados en salud, el cuidado de los hogares, el cuidado a las personas dependientes y a las personas que cuidan o el propio autocuidado.

“Se trata de un trabajo que, en cuanto a su cantidad, medida en unidades físicas de tiempo, supera ligeramente al total del trabajo remunerado de los hombres y las mujeres, mientras que, en lo que respecta a su calidad, tiene unas características que son fundamentales para mantener las condiciones de sostenibilidad del sistema en su conjunto”.

Fuente: Hacia la construcción de Sistemas Integrales de Cuidados en América Latina y El Caribe. Elermentos para su Implementación. Elaborado por Julio Bango y Patricia Cossani
Noviembre, 2021 Onu Mujeres y Cepal.

El Teletrabajo y sus efectos en el desarrollo profesional de la mujer 

Las mujeres teletrabajaron más que los hombres durante la pandemia. Esto, como comenta el BID, ha sido debido a que las mujeres se dedican más a trabajos administrativos que los hombres y no a trabajos que requieren presencia física. Citemos un ejemplo. Chile, antes de la pandemia, contaba con un 4,8% de mujeres que trabajaban desde su hogar. En el segundo trimestre de 2020, ascendió al 27,6%. En el caso de los hombres, el aumento fue de 2,6% de los hombres a 15,5%. En el caso de México: “el 34,7% de las mujeres teletrabajó en abril 2020 frente a un 16,6% de los hombres (OIT, 2020)”.

El trabajo remoto o teletrabajo ha aportado muchos beneficios, pero también – y puede que en grado mayor- desventajas a las mujeres. Porque simplemente no ha ido acompañado a una mayor flexibilidad o propuestas para que no aumentara la carga generada por los cuidados a infantes y mayores. Es un hecho que ha aumentado y que esta carga en los cuidados está limitando a las mujeres en su participación laboral y frenando su desarrollo profesional. No así a los hombres. Busquemos un ejemplo en el campo de la investigación.

Una investigación liderada por Francisco Grimaldo y Daniel García, ambos de Intelligent Data Analysis Laboratori de la Universidad de Valencia (España) analizó 2.329 revistas de la plataforma Elsevier, con más de cuatro millones y medio de artículos de más de cinco millones de investigadores e investigadoras. El resultado no ha sido muy alentador: «las mujeres de todo el mundo vieron mermadas sus investigaciones», especialmente en la franja de edad entre 25 y 45 años, principalmente por dedicarse a los cuidados familiares.

Los investigadores señalaron que con la pandemia y, por supuesto con las medidas de confinamiento, la producción de artículos académicos -sobre todo en los campos da medicina y salud- aumentaron notablemente, pero sobre todo los manuscritos realizados por científicos.

Las científicas también aumentaron la producción, pero este crecimiento fue mucho menor que en el caso de los hombres, que llega a ser el 50% menos según la edad y la disciplina.

“Nuestros datos completos sobre todas las revistas de Elsevier indican que las mujeres enviaron menos manuscritos que los hombres durante la primera ola de la pandemia a principios de 2020. Esto ha sido especialmente prominente en el área de investigación donde la producción académica ha sido mayor durante la pandemia, es decir, salud y medicamento. Esto sugiere que la pandemia podría haber exacerbado las desigualdades existentes al imponer obstáculos adicionales en términos de inversión de tiempo y esfuerzo por parte de las mujeres, justo cuando la demanda de investigación crecía sin precedentes».

“Nuestros hallazgos sugieren que las cohortes más jóvenes de mujeres académicas fueron las más penalizadas. Si consideramos nuestro control de la movilidad residencial, esto podría explicarse posiblemente por un cambio importante en los horarios y rutinas familiares causado por la pandemia debido a la interferencia de la educación en el hogar y deberes familiares más intensos, que podrían haber visto a estas cohortes de mujeres al frente”

Como señala Francisco Grimaldo en una entrevista realizada para la publicación de la universidad española, UV Noticias, “en los próximos años, podríamos ver cómo el camino iniciado en los primeros meses de 2020 daría más frutos en la carrera de muchos hombres, no así en la de las investigadoras y científicas que se vieron obligadas a hacerse cargo de otras tareas que, se supone, son compartidas”.

Investigación: «Gender gap in journal submissions and peer review during the first wave of the COVID-19 pandemic. A study on 2329 Elsevier journals». PLoS ONE.

Es claro que las mujeres con niños y niñas han sido las más afectadas durante la pandemia, pero los “paños calientes” no traen soluciones. Son medidas que solo pueden ayudar en un momento determinado y que a la larga puede ser contraproducente. Tal y como lo señalan las autoras del informe del BID: “La corresponsabilidad que pretenden las leyes no puede hacerse efectiva si no viene acompañada por un cambio cultural que deje de considerar a las mujeres únicas responsables de las tareas de cuidado. Sin corresponsabilidad, las reformas destinadas a promover la igualdad se convierten en un arma de doble filo que pueden incluso perjudicar a las mujeres”.

Un retorno…con retroceso de más de 15 años

Tal y como ya señalamos en el análisis principal escrito por Luis Vicente García y como lo reafirma la ONU, sólo el 43,2% de las mujeres en edad de trabajar tendrá un empleo en 2021. En el caso de los hombres, un 68,6% habrá regresado al mercado laboral, “un nivel que recupera el índice de ocupación masculina previo a la emergencia sanitaria”. En cifras, se habla de que 13 millones menos de mujeres van a estar empleadas en comparación con 2019.

Según la OIT, América Latina registró la mayor pérdida de empleo femenino a causa de la pandemia. Se habla a julio de 2021 de 9,4% de trabajos perdidos, frente a un descenso de 7% en el caso de los hombres. En Europa y Asia Central la pandemia redujo el empleo femenino en 2,5% y 1,9%. Esta misma institución ha mencionado que los 15 años de progreso alcanzado en cuanto a igualdad…se ha ido al traste.

Pero hace solo poco más de un mes, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, anunció ante el Foro Económico de la Mujer que se realizó en Ecuador, que “el retroceso de la niñas y mujeres de América Latina y el Caribe en la participación laboral es ahora de más de 18 años”. Es decir, tres años más que lo mencionado por la OIT. Leamos parte de lo que dijo Bachelet:

“El cambio drástico hacia la educación en línea, el teletrabajo y el comercio electrónico ha hecho que las personas con menos acceso a las tecnologías digitales, en su mayoría mujeres y niñas, se queden rezagadas. Además, son también las mujeres y las niñas las que han absorbido mayoritariamente las necesidades de cuidados creadas por la pandemia, sacrificando sus empleos y su educación. De hecho, las mujeres jóvenes de entre 15 y 29 años tienen tres veces más probabilidades de estar fuera del mercado laboral y de las aulas que los hombres de la misma edad”

(…) Pero, a pesar de sus contribuciones, las mujeres están en gran medida ausentes de la toma de decisiones. La pandemia no es una excepción. Sólo el 24% de los miembros de las instituciones públicas nacionales creadas para responder al COVID-19 son mujeres. Su ausencia se refleja en lo que se prioriza – y, críticamente – en lo que no se prioriza.

Foto de ONU Info/Daniel Johnson

Si fuera considerado, el valor económico de todos los tipos de cuidados realizados por las mujeres sumaría 11 billones de dólares o el 9% del Producto Interno Bruto mundial. Sin embargo, hemos visto pocas medidas de recuperación que aborden el trabajo de cuidados no remunerado”

Michelle Bachelet

Y preguntamos…

¿qué pasaría si tuviéramos más mujeres en los puestos de toma de decisión de los organismos públicos y decisores en la pandemia?

Qué seguramente tendríamos más medidas para mitigar el terrible efecto de la pandemia en las mujeres y quizás más medidas para la recuperación. No podemos esconder el hecho de que según medios a nivel mundial reflejaron, los países liderados por mujeres tuvieron una mejor respuesta ante la pandemia. Y esto parece demostrarlo también el rastreador de medidas sensibles de género registradas durante la pandemia en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Noviembre, 2021), donde destaca a Argentina con 67 medidas en respuesta al Covid-19, 36 de las cuales son definidas como “sensibles de género” y están dirigidas a la seguridad económica de las mujeres, trabajos de cuidados no remunerados y violencia de género.

“El elevado número de medidas sensibles al género hace que las respuestas de emergencia de Argentina se destaquen en región, reflejando en parte la influencia de las feministas en puestos ministeriales clave y un fuerte movimiento feminista”

Algunas medidas «sensibles de género» en América Latina

A noviembre de 2021, 411 medidas “sensibles de género” registradas por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo provienen de América Latina y el Caribe. 214 dirigidas a la violencia de género y y 165 a “Seguridad Económica de las Mujeres”. 

Bolivia, Costa Rica y Ecuador utilizaron campañas de información pública para proteger los derechos de los trabajadores domésticos. Mientras Chile promulgó una ley que llevó a la inclusión de las trabajadoras del hogar al seguro nacional de desempleo. España introdujo beneficios especiales para los trabajadores domésticos inscritos en el sistema de seguridad social.

Colombia y México han desarrollado programas de capacitación para mujeres en emprendimiento digital, e-marketing y e-commerce, así como en habilidades financieras “para que puedan seguir vendiendo sus productos en línea durante los bloqueos y estar mejor equipados para beneficiarse de la reapertura de las actividades económicas”.

Argentina y Honduras han puesto en marcha programas destinados a apoyar a las mujeres empresarias, comerciantes informales y cooperativas con transferencias de efectivo, donaciones, créditos subsidiados y / o plataformas digitales para comercializar productos locales.

Introducción de subsidios a la contratación en Argentina, Colombia y Chile que brindan mayores beneficios para los empleo de mujeres.

Chile otorga a las empresas un subsidio de 6 meses para la recontratación de trabajadores suspendidos, contratos y contratación de nuevo personal con mayores beneficios para mujeres, jóvenes y personas con discapacidad.

Chile brinda apoyo en efectivo (Subsidio Protege) a madres trabajadoras con niños menores de dos años que no tienen acceso a los servicios de cuidado infantil proporcionados por el empleador.

Colombia y República Dominicana han brindado apoyo fiscal al turismo, sector, que emplea una mayor proporción de mujeres que de hombres, a través de préstamos y subsidios del sector público.

Fuente: 

Para detallar las ayudas: Rastreador de Respuesta Global de Género del PNUD-ONU Mujeres COVID-19  

Boletín Informativo basado en el Rastreador de Respuesta Global de Género del PNUD-ONU Mujeres COVID-19 

 

Recomendaciones

Invertir en la economía del cuidado

Según datos del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ya antes de la crisis provocada en la región las mujeres dedicaban más del triple de tiempo al trabajo no remunerado que los varones.

Este tiempo dedicado por las mujeres latinoamericanas al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados es el principal obstáculo para su participación plena en el mercado laboral. CEPAL señala que 60% de las mujeres con niños y niñas menores de 15 años declara no participar en el mercado laboral porque “sus responsabilidades familiares” se lo impiden. No ocurre con Mujeres sin niños y niñas en ese período de edad. Solo 18% declara no participar en el mercado laboral.

Las mayores tasas de pobreza extrema en los países de la región se producen en los hogares monoparentales, un 85% de los cuales están encabezados por mujeres a cargo de niñas, niños y adolescentes (Cepal)

Por lo tanto, es necesario hacer algo y eso es lo que han propuesto recientemente ONU Mujeres y la Cepal en su informe Hacia la Construcción de Sistemas de Cuidados Integrales en América Latina y el Caribe. Implementar un Sistema Integral de Cuidados significa implementar un conjunto de políticas “encaminadas a concretar una nueva organización social de los cuidados con la finalidad de cuidar, asistir y apoyar a las personas que lo requieren, así como reconocer, reducir y redistribuir el trabajo de cuidados -que hoy realizan mayoritariamente las mujeres, desde una perspectiva de derechos humanos, de género, interseccional e intercultural”.

¿Y qué proponen para ello? Mencionamos aquí solo 3 de sus propuestas:

  1. Promover la puesta en marcha de medidas de conciliación laboral con corresponsabilidad de género en los centros de trabajo (públicos y privados).
  2. Ampliar licencias parentales y exclusivas para varones por nacimientos u otras tareas referidas al cuidado.
  3. Promover cláusulas de género y cuidados en convenios en el marco de la negociación colectiva.

Fuente: Ph Vector (Freepick)

Regulaciones en el mercado laboral

Implementación de regulaciones en el mercado laboral relacionadas con teletrabajo y trabajo remoto, licencias parentales para hombres y mujeres (que ya se mencionó en el apartado anterior). Ya antes de la pandemia, según señaló Natalia Brandler en una entrevista que le hicimos en Visionarias, 1 de cada 4 mujeres pensaban en abandonar sus puestos de toma de decisión dentro de las empresas porque no pueden conciliar. ¿Qué podemos pensar de lo que sucede ahora?

Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), en España casi 600.000 mujeres no buscan empleo por estar dedicadas a tareas de cuidados. 150.000 más que cuando comenzó la pandemia. En el caso de los hombres: 55.000 están inactivos por este motivo, unos 20.000 más que al comienzo de 2020.

Generar mejores y más oportunidades de trabajo, pasa por incentivar el Emprendimiento en las Mujeres, que ya, según datos del GEM (Global Entrepreneuship Monitor) se ha incrementado en 10%. Para que siga incrementándose, pasa también por lograr mayor financiamiento a los proyectos liderados por mujeres (a nivel mundial solo 2% de los emprendimientos liderados por mujeres, reciben financiamiento), por apoyar con mentorías y conocimientos a estas mujeres, por aumentar su inclusión digital y por incentivarlas también a que emprendan en sectores donde se precisan más mujeres como el tecnológico y, en general, de las carreras STEM.

Fuente: Ph Vector (Freepick)

Apoyar (e incentivar) el Talento Femenino

Para apoyar el Talento Femenino, hay varias medidas que tanto la OIT como el BID sugieren. Primero, crear incentivos para que las empresas se comprometan no solo a incrementar el empleo femenino sino también a mejorarlo. Y para mejorarlo, una de las propuestas se centra en fortalecer y desarrollar las habilidades digitales de las mujeres. Es necesario reducir la Brecha Digital de Género y más ahora donde el Teletrabajo puede aumentarla. Este desarrollo permite que las mujeres puedan acceder a las nuevas formas de trabajo, pero también acceder a las nuevas profesiones que pueden ir gestándose. Esto no solo es un papel de las empresas es también de los gobiernos. Y no solo incentivos sino también la mejora de infraestructuras que permitan que no se queden aisladas regiones del desarrollo y de los nuevos desafíos que la pandemia nos ha presentado.

Apoyar y promover el talento femenino en los puestos de toma de decisión de las empresas, pero también de organizaciones e instituciones. Es necesario, además, que se tomen decisiones con una perspectiva de género y mientras más mujeres ocupen puestos de poder, podrá lograrse una recuperación más pronta. Así lo ha señalado Michelle Bachelet en el Foro Económico de la Mujer, celebrado en Ecuador:

“En los gobiernos, la participación significativa de las mujeres conduce a mayores inversiones en protección social y justicia climática. En las negociaciones de paz, está vinculada a soluciones más duraderas. Y en el sector privado, a un mejor rendimiento empresarial”.

Fuente: Vectorjuice (Freepick)

Fuente: Vectorjuice (Freepick)

Fuente: Vectorjuice (Freepick)

Fuente: Vectorjuice (Freepick)

Informes

Emergencia Global de los Cuidados

Este documento se enmarca dentro de «la batería de herramientas prácticas que publica la CIM (Comisión Interamericana de Mujeres), sobre la base de evidencias, para apoyar la labor de los Estados Miembros de la OEA para colocar las necesidades específicas de las mujeres en los espacios gestión de la crisis» del Covid-19. Se ha hecho en alianza con EUROsociAL+, programa de la Unión Europea

Click en la publicación aquí

Sistemas Integrales de Cuidados

Hacia la construcción de Sistemas Integrales de Cuidados en América Latina y el Caribe. Elementos para su implementación es un documento que sirve de marco orientador para aquellas personas e instituciones que buscan promover el desarrollo de Sistemas Integrales de Cuidados. Aborda cuestiones clave porqué invertir en cuidados, su importancia y beneficios para el avance de derechos, la eliminación de las desigualdades sociales y el logro de la igualdad de género, la dinamización de la economía y la sostenibilidad del desarrollo. Informe realizado por Onu Mujeres y la Cepal.

Click en la publicación aquí

Hacia una nueva realidad para las mujeres

Hacia una nueva realidad laboral para las mujeres: soluciones para recuperar el empleo femenino en ALC «repasa el perfil de medidas de mitigación que tuvo lugar en la región y ofrece un panorama de las soluciones de política de mediano y largo plazo necesarias para abordar las brechas estructurales de género en el mercado laboral». Es una publicación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Autoras: Bustelo, Monserrat; Suaya, Agustina; Vezza, Evelyn.

Click en la publicación aquí

Fuente: ONU Mujeres

MARITA SEARA

Marita es Socia Fundadora y Directora Editorial de Visionarias. Es Periodista, Editora y Consultora Comunicacional con Perspectiva de Género con una experiencia de más de 25 años. Fue Directora de Comunicaciones de VenAmCham, Gerente de Comunicaciones de Conapri y Editora de Business Venezuela. Hace años creó su propio blog, Voces Visibles, para escribir sobre los derechos de mujeres y niñas en el mundo. Ama hacer entrevistas y escribir sobre Emprendimiento Rural, sobre Viajes y, sobre la situación de las mujeres en diferentes ámbitos. De hecho, publicó en Amazon La Mujer. Una Voz que se extiende , además de realizar una serie de entrevistas a mujeres líderes en diferentes sectores y cuyo resultado se puede ver en su EBook: 6 Mujeres por la Igualdad.  Marita apoya y asesora a mujeres +50 a visibilizar sus emprendimientos.

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