Trazar nuestro propio camino hacia la inclusión

Opinión, Voces Visionarias

Escrito por Legmi Pilonieta

He estado trabajando en una corporación por más de 15 años y, aunque hoy la situación es bastante distinta a aquél entonces, puedo decir que no fui consciente en ese momento de diversas situaciones, limitaciones o restricciones que como mujer se pueden enfrentar profesionalmente.

Ciertamente, muchas cosas han cambiado desde aquel comienzo en el que tenía 25 años y recién me graduaba de la universidad. Hoy en día hay muchas más  mujeres en posiciones de gerencia y supervisión; incluso, en áreas tradicionalmente de hombres como Operaciones, Negocios y Finanzas. Pero no han sido pocos los retos que las mujeres y las empresas han atravesado para entender, como lo hacen ahora, lo que puede aportar a su organización un liderazgo positivo y auténtico.

Más allá de un género, existen aún brechas importantes en procesos claves de las organizaciones como lo son los procesos de selección,  de promoción, de salario e, incluso, brechas a nivel de mentorías y asignación de proyectos relevantes para mujeres según lo revela la revista Harvard Business Review en su artículo “How to close a Gender Gap” escrito por Collen Ammerman y Boris Groysberg en su edición de Mayo-Junio 2021.

En ese artículo y en otros que han tratado el tema, me he visto reflejada por situaciones que describen y por limitaciones que las mujeres asumimos por malos hábitos o, más bien, la falta de buenos hábitos que nos permitan trabajar conscientemente nuestro liderazgo para llegar a asumir las posiciones que deseamos.

En mis primeros años de carrera, no fui consciente de la importancia del relacionamiento a todo nivel en la organización, y de cómo crear alianzas te permite lograr tus objetivos de manera más rápida y efectiva. Como ejemplo de esos malos hábitos, es poner demasiado foco en el resultado, creyendo que sólo eso será suficiente para ser tomadas en cuenta para ocupar la posición que queremos. Pero dejamos de lado la forma en cómo nos relacionamos para mostrar los resultados de nuestro trabajo, para hacernos responsables de ellos sin temor a ser percibidas como soberbias; y demostrar también la forma en que perseguimos nuestros objetivos sin ser consideradas ambiciosas, en el mal sentido o connotación que algunos le dan a esta palabra.

En ese mismo sentido, siento que en ocasiones he restringido mis opiniones por miedo a ser conflictiva o por temor a tener que enfrentar un conflicto, especialmente cuando estás en una sala donde eres o la más joven o hay pocas o ninguna otra mujer.

Creo que esto más que ser consecuencia de un ambiente negativo, lleno de prejuicios y estereotipos, tiene que ver más con nuestros propios miedos a ser rechazadas, a no sentirnos preparadas para manejar ese tipo de situaciones, especialmente si en un grupo de trabajo ya existen dinámicas establecidas de las que tu apenas estás siendo parte. Querer romper con lo establecido siempre tendrá un impacto difícil de manejar, independientemente si eres mujer o no.

Hoy en día, lo importante es prepararse para saber posicionar tu idea de manera inteligente, aplicando las herramientas del relacionamiento y comunicación, creando alianzas de forma intencional y construyendo relaciones de valor para ayudar a otros y a ti mismo, a crecer dentro de la organización.

Aprender sobre áreas y temas que hemos considerado, tal vez, irrelevantes, hoy en día son indispensables para desarrollar plenas habilidades de liderazgo. Entender que tener un propósito claro te debe dar la confianza para trazar un camino que te lleve a lograr los objetivos, incursionando en temas de negocios, finanzas, negociación y tecnología. La mujer puede abrirse campo cada día para ocupar posiciones más relevantes o con mayor impacto.

Fuente: Freepick (Sories)

…Siento que en ocasiones he restringido mis opiniones por miedo a ser conflictiva o por temor a tener que enfrentar un conflicto, especialmente cuando estás en una sala donde eres o la más joven o hay pocas o ninguna otra mujer.

Con sus reconocidas habilidades para crear consensos, ser empáticas, entender al cliente y comunicar de manera emocional, las mujeres podemos aprovechar esta ventaja competitiva para actuar de manera efectiva en situaciones de crisis, especialmente en entornos cada vez más complejos.

Promover iniciativas de inclusión y de posicionamiento de líderes cada vez más humanas en las organizaciones, enfocadas en llevar los resultados financieros a valores más altos, tal como lo refleja la McKinsey & Company en su artículo “Cómo el avance de la igualdad de la mujer puede agregar 12 trillones de dólares al crecimiento mundial” de septiembre 2015, es la tarea que tenemos por delante.

¿Qué esperamos entonces para trazar nuestro camino?

Legmi Pilonieta

Cofundadora de Grupo Consultor 2Strategies.

Ingeniero Químico, especialista en Gerencia de Proyectos. Experiencia liderando proyectos de planificación estratégica, diseño de indicadores de gestión, optimización de costos, mejora de procesos, manejo de licitaciones, negociación, entre otros.

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