Estrés laboral, impacto psicológico y estrategias de autorregulación

por | Alice Rodríguez, Opinión, Voces Visionarias

                     Imagen de jcomp en Freepick

La Organización Internacional del Trabajo advierte que el incremento de la competitividad, las largas jornadas laborales, los medios remotos de comunicación, las altas expectativas del rendimiento profesional, así como la escasa oportunidad que se tiene para armonizar la vida laboral, personal y familiar, genera un impacto significativo en las personas colaboradoras al generar un vínculo entre el estrés laboral y la salud de las mismas.

A nivel mundial, México ocupa el primer lugar en estrés laboral y es el país con peor balance entre vida-trabajo de los países miembro de la OCDE, de tal suerte que el 11% de las discapacidades laborales que se atienden, derivan de trastornos mentales relacionados con el trabajo.

En Europa, de acuerdo con el estudio Estrés y Bienestar en el Trabajo: una perspectiva europea, publicado en 2020 por Great Place to Work, a través de la consulta de ejecutivos de 900 organizaciones sobre la problemática del estrés y las prácticas de bienestar reveló que el 47 % considera que el estrés es un problema de primera importancia en la organización, en tanto que el 65 % manifestó que la salud y el bienestar son una prioridad estratégica, siendo Suiza (72 %), Austria (68 %), Grecia (58 %) y Alemania (58 %) quienes revelan niveles más altos de estrés, a la vez que Francia (84 %), Suecia (82 %) y los Países Bajos (72%) son los países que le dan mayor prioridad a la salud y bienestar.

Estrés laboral y sus afectaciones

Definimos el estrés como el conjunto de reacciones físicas y mentales que padecemos cuando nos enfrentamos a una diversidad de factores externos que superan nuestras capacidades de afrontamiento, siendo el de naturaleza laboral aquél que deriva de una presión constante y cíclica en el mundo del trabajo, lo que nos genera un estado de saturación física, emocional y mental afectando nuestra salud a la vez que surge un desequilibrio personal, familiar y social.

Este tipo de estrés nos impacta de forma diversa. A nivel emocional encontramos sentimientos de miedo, irritabilidad, frustración, desmotivación e inseguridad; en el aspecto conductual, advertimos una disminución de la productividad, ausentismo, trato hostil en las relaciones sociales, aumento del consumo de tabaco y alcohol; en el plano cognitivo, dificultad de concentración, olvidos, reducción de la capacidad de solución de problemas y de aprendizaje; en el aspecto fisiológico, espalda, cuello y músculos contraídos, dolor de cabeza, malestar estomacal, cansancio, así como mayor riesgo de obesidad y de problemas cardiovasculares.

«Alto índice de ausentismo y rotación, incremento en la curva de aprendizaje, baja productividad, pérdida de sentido de pertenencia, escaso o nulo balance entre la vida-trabajo, entre otros, tiene un impacto económico en las organizaciones.

Tan sólo en México el estrés laboral le cuesta alrededor de 16,000 millones de pesos al año de acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social…»

Diferentes tipos de estrés laboral

No todo estrés debemos considerarlo en sentido negativo, de tal forma que aquél que surge con una intensidad no sostenida, es decir, de carácter moderado, nos permite desarrollarnos en el trabajo de forma atenta y activa generando productividad, sin que exista un estado de alerta elevado, lo que facilita concentrarnos, a su vez, en nuestra capacidad de desarrollar estrategias que podemos utilizar para autorregularnos. No así, el denominado distrés, aquél de naturaleza excesiva que deja de ser estimulante provocándonos una carga psicoemocional y física que nos afecta considerablemente teniendo como consecuencia enfrentarnos a estados de ansiedad, depresión y baja autoestima.

De igual forma, existe un estrés transitorio y otro sostenido. Cuando existe una variable que altera el desarrollo del trabajo, por ejemplo, durante periodos determinados de entrega de proyectos o resultados de cierre de mes, estamos ante la presencia de un estado transitorio que una vez solucionado el problema desaparece; por el contrario, el estrés sostenido revela mayores factores que provocan afectaciones por un largo periodo de tiempo, generando un daño o alteración psicoemocional considerable.

Consecuencias psicológicas y estrategias de autorregulación del estrés laboral

Cuando estamos ante una situación de estrés laboral es más probable que desarrollemos alteraciones psicológicas como depresión y ansiedad, siendo una característica a identificar la prevalencia de pensamientos rumiativos, al tiempo que nos dominan diversidad de sensaciones como tristeza, frustración, apatía, miedos e inseguridades en nuestros talentos y habilidades, lo que afecta nuestra capacidad de atención y concentración. Los trastornos del sueño, sexuales, y de la alimentación, se hacen presente, siendo persistente el desarrollo de conductas en un constante piloto automático, sin que ejecutemos actividades en atención plena.

Existen diversas técnicas para hacer frente al estrés laboral, que se detallan a continuación.

  • Establecer propósitos u objetivos, ¿qué deseamos lograr con una acción en nuestro trabajo?
  • Estipular fechas de inicio y fin en las tareas a realizar, tachando cada actividad que finalicemos.
  • Delegar, confiar en nuestro equipo de trabajo.
  • Priorizar, saber distinguir lo importante de lo urgente.
  • Identificar y reconocer nuestro progreso.
  • Ser una persona auto observadora, ¿nuestros pensamientos y acciones son congruentes con nuestros propósitos?
  • Escuchar nuestro estado corporal, ¿qué nos reclama el cuerpo?
  • Hacer una pausa entre cada tarea que realicemos.
  • Practicar la respiración diafragmática que facilita la oxigenación de nuestro organismo.

Estrategias organizacionales para implementar una mejor calidad de vida-trabajo

Alto índice de ausentismo y rotación, incremento en la curva de aprendizaje, baja productividad, pérdida de sentido de pertenencia, escaso o nulo balance entre la vida-trabajo, entre otros, tiene un impacto económico en las organizaciones.

Tan sólo en México el estrés laboral le cuesta alrededor de 16,000 millones de pesos al año de acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

Ante esta situación, la cultura de la prevención es una estrategia tangible para generar entornos organizacionales favorables que puedan lograr una armonización entre nuestra vida laboral, personal y familiar, tales como:

  • Adoptar esquemas de horarios flexibles con perspectiva de género.
  • Invertir en programas de wellness corporativo o bienestar.
  • Implementar políticas institucionales que prevengan entornos generadores de riesgos psicosociales.
  • Generar una ruta de sensibilización y capacitación a las personas colaboradoras que promuevan los beneficios de la calidad de vida-trabajo.

Aunado a lo anterior, como parte de la cultura de la prevención se deben de identificar aquellas situaciones que facilitan entornos estresantes, teniendo certeza de cuál o cuáles son las principales causas, tales como, exceso y ritmo de trabajo, tareas monótonas o aburridas, exigencias de la tarea, condiciones ambientales, inestabilidad laboral, nivel de responsabilidad, tareas peligrosas, falta de apoyo, necesidad de reconocimiento o poder en la toma de decisiones, siendo las organizaciones responsables de identificar posibles detonadores y áreas clave que estén favoreciendo ambientes estresantes.

Fuente: Foto de Yanalya (Freepik)

Reflexión

Identificar las principales causas de estrés laboral en las organizaciones de forma preventiva, facilitará implementar estrategias favorecedoras de ambientes laborales que permitan la armonización de las personas colaboradoras entre su vida personal, laboral y familiar, siendo necesario que exista una sensibilización en torno al impacto psicológico que éste genera, particularmente, ante el desarrollo e incremento de estados de ansiedad, de depresión y de baja autoestima.

Bibliografía

  • BarrioPedro, Carolina, 2020. El estrés, la gran preocupación de los directivos europeos: el 65% reconoce que el bienestar es una alta prioridad en su lista de RRHH 
  • Estrés y bienestar en el trabajo: una perspectiva europea,
    Great Place to Work
  • OIT alerta de un aumento del estrés laboral con consecuencias cada vez más graves 

Alice Rodríguez

Socia fundadora de Resilio Consultores, S.C. a cargo de las áreas de Psicología, en la atención psicoterapéutica a mujeres víctimas de violencia de género, y Sector Empresarial en la implementación de políticas institucionales en temas relacionados con la prevención a la violencia laboral y sexual, igualdad de género, diversidad, inclusión y no discriminación.

Psicóloga Clínica egresada de la Universidad Latinoamericana. Licenciada en Derecho, egresada de la Universidad Tecnológica de México.

Egresada, entre diversos estudios, del Máster en Derecho Administrativo y Tributario por la Universidad Complutense de Madrid; del Máster Interdisciplinar en el Estudio y Prevención de la Violencia de Género por la Universidad de Salamanca; del Diplomado en Mindfulness y Psicoterapia por el Instituto Iberoamericano de Estudios para la Paz en Murcia, España; del Diplomado en Derechos Humanos de la Mujer por la Universidad Austral en Argentina; Diplomado en Educación para la Paz y Derechos Humanos por la Universidad Iberoamericana, y Diplomado en Enfoque de Derechos y de Igualdad de Género, en Política, Programas y Proyectos por la OEA.

Cuenta con 25 años de experiencia profesional. Es articulista para el Tribunal Federal de Justicia Administrativa y conductora del programa de radio “Género y Acción” que se transmite por Caldero Radio.

 

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